Este donativo sucede a la confirmación de las autoridades nacionales de un nuevo brote de la enfermedad en esta capital, y la muerte de al menos ocho personas, entre ellas un menor, como consecuencia de la dolencia.
El centro de tratamiento tendrá una capacidad de 50 pacientes y los materiales también permitirán realizar acciones de desinfección, dijo la OMS en Twitter.
El rebrote del cólera tiene lugar cuando Haití esperaba su certificado de eliminación de la enfermedad, luego de tres años sin diagnosticar casos.
Entretanto, el Ministerio de Salud informó que estudia el origen de la epidemia detectada en las comunas de Deyotte, Carrefour Fuielles y Cité Soliel, ambas situadas en la zona norte de Puerto Príncipe.
También alentó a los ciudadanos a adoptar medidas de higiene para frenar la transmisión y solicitó a quienes organizan protestas a permitir el paso de las ambulancias.
La detección de los casos tiene lugar en un momento complejo, cuando se agudizó el descontento social con la crisis económica, inseguridad y desabastecimiento de combustibles, lo cual llevó a las calles a decenas de miles de ciudadanos que piden la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
El doctor William Pape, miembro del Consejo Científico de la OMS y director de los Centros Gheskio -que estudian las enfermedades infecciosas- estima que el tenso clima sociopolítico también podría ser un detonante.
Cuando tienes un país donde el ya difícil acceso al agua potable está debilitado por la conflictividad sociopolítica, cuando la gente no puede acudir a los centros de salud si es necesario, cuando los especialistas del departamento de epidemiología no pueden viajar a tiempo para investigar, aumentan las enfermedades infecciosas, dijo al diario Le Nouvelliste.
A este panorama se suma el desabastecimiento de los combustibles que forzó la disminución de servicios e incluso el cierre de centros de salud, mientras las empresas distribuidoras de agua potable son incapaces de llevar el preciado líquido a los hogares.
El cólera revive viejas heridas en el país caribeño que fue afectado en 2010 por un brote, responsable de la muerte de casi 10 mil personas, mientras más de 800 mil enfermaron.
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