Según el comunicado público que acompañó la presentación del reporte «Perspectivas de desarrollo en un mundo fracturado», esta potencial crisis económica afectaría principalmente a los países en vías de desarrollo.
En el texto, la agencia revisó a la baja su previsión de crecimiento para 2022 al 2,5 por ciento, desde el 2,6 por ciento estimado en su evaluación de marzo. A la par, espera un crecimiento del 2,2 por ciento en 2023.
«Un endurecimiento excesivo de la política monetaria podría dar paso a un período de estancamiento e inestabilidad económica para algunos países”, insistió el documento.
Además, calificó de apuesta imprudente «cualquier creencia de que los bancos centrales serán capaces de bajar los precios confiando en unas tasas de interés más altas sin generar una recesión”.
La Unctad apuntó también que el aumento de los tipos de interés -incluidas las alzas de la Reserva Federal de Estados Unidos- tendrían un impacto más severo en las economías emergentes, donde ya existen altos niveles de deuda privada y pública.
«La posibilidad de que se produzca una crisis generalizada de la deuda de los países en desarrollo es muy real», acotó.
jcm/att