En otro reclamo de los depositantes, la legisladora acudió a la oficina junto con su abogado para solicitar la liberación de sus fondos y de acuerdo con reportes locales continúan las negociaciones con la gerencia, tras la negativa a recibir el monto en libras libanesas.
A través de su cuenta en Twitter, la Asociación de Depositantes reveló que la parlamentaria Zarazir acudió a la institución para reclamar su dinero ante la necesidad de someterse a una operación.
Los miembros del bloque Representantes del Cambio Yassin Yassin y Halima Kakour acudieron a la oficina del Banco de Byblos en solidaridad con la diputada Zarazir, quien a su critero entró como ciudadana para reclamar su depósito.
El representante Yassin subrayó que los ciudadanos tienen derecho a exigir sus fondos en ausencia de leyes y del Estado; al tiempo que reclamó responsabilizar a los corruptos y banqueros que aprovecharon la situación y ocultaron información a las personas.
También el diputado Ibrahim Mneimneh respaldó la posición de Zarazir y culpó a los bancos de la violencia contra los depositantes al apoderarse de sus fondos lo que provoca tragedias humanas.
En la propia jornada, la Asociación de Depositantes confirmó otros dos allanamientos en esta capital, el jubilado de las fuerzas de seguridad ingresó a la sucursal de acreditación libanesa en Haret Hreik para pedir su depósito de 220 millones de libras y un ciudadano abrió fuego contra la oficina de Jbeil después de no permitirle la entrada.
Ayer, Líbano reportó dos incidentes similares y en el último período los asaltos superan la decena, luego de la negativa a entregar a los depositantes su dinero en dólares.
En respuesta a las querellas, la Asociación de Bancos cerró sus puertas durante días en septiembre pasado y pidieron a las autoridades imponer seguridad para poder prestar sus servicios. Según economistas, durante más de dos años y medio, los bancos del país impusieron restricciones sobre el dinero de los depositantes en moneda extranjera, especialmente el dólar estadounidense y establecieron estrictos límites para retirar sus fondos en libras libanesas.
En la percepción general de los pobladores, el gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salameh, figura como uno de los principales responsables de hundir a la nación a su peor escenario en la época moderna.
Inflación del 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares, devaluación de la moneda, altos precios de los combustibles, hospitalización, medicamentos, electricidad y alimentos sitúan en el presente a cuatro de cada cinco libaneses en la pobreza.
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