Tal declaración patrimonial no tiene fuerza legal, pero resulta estatuto simbólico a tomar en cuenta para su explotación con fines económicos y turísticos, pero también con findes de conservación.
Para rastrear el origen de estas piedras semipreciosas hay que viajar 140 millones de años hacia atrás.
Entonces el mundo estaba compuesto por un único mega continente que comenzó a separarse para darle forma al Océano Atlántico, según refiere la Agencia Uruguaya de Noticias.
Producto de esa separación continental se generaron fracturas en la corteza terrestre por donde fluyeron derrames de lava, provocando una de las manifestaciones magmáticas más grandes en la historia de la evolución de la Tierra.
Las piedras se forman como parte del enfríamiento de la lava, con la formación de burbujas atrapadas donde hay fluidos ricos en sílice y otros elementos químicos.
Entre las peculiaridades de esos cristales sobresalen los diferentes colores debido a la velocidad de enfriamiento del magma.
“La piedra amatista de Artigas es una de las de mejores calidad en el mundo”, subrayó el director de Pequeñas y Medianas Industrias de Uruguay, Pablo Villar.
Además de uso en la joyería, se cree que la amatista ayuda en problemas como migraña; relajar la mente, y a conciliar el sueño. Por ello se le llama también reina de la espiritualidad.
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