De acuerdo con declaraciones del coordinador de la alianza Pueblo Unido por la Vida, Jorge Guzmán, la sugerencia surgió de las partes involucradas en la preparación de esas conversaciones, entre ellas los colectivos sociales, la Iglesia católica y el Gobierno, porque los empresarios privados se negaron a participar.
En la última jornada previa a esas pláticas, dijo Guzmán a Prensa Latina, también se sugirió como otras figuras de la facilitación a la Universidad de Panamá y la Conferencia Episcopal Panameña, aunque no se avanzó en la definición de la metodología.
Para las agrupaciones sociales, la ONU se distingue por su imparcialidad y respeto a los derechos humanos, además de tener conocimiento en conflictos para fungir como facilitador del intercambio, impulsado en su primera etapa por las agrupaciones que se manifestaron en las calles en julio último contra el alto costo de la vida.
La víspera, en las sesiones preparatorias de la segunda fase del diálogo, el secretario general de la Caja de Seguro Social (CSS), Edwin Salamín, anunció que el 11 de octubre darán cortesía de sala a las alianzas populares para conocer sus propuestas sobre la crisis que atraviesa esa institución y las posibles soluciones.
La Iglesia católica insistió por su parte es seguir tendiendo puentes para que el empresariado privado y otros grupos se incorporen al diálogo por Panamá y precisó que las próximas sesiones serán en la ciudad de Penonomé, capital de la central provincia de Coclé.
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