«Ha sido aprobado como ley el tratado de #escazu. La defensa de derechos ambientales, ahora será una realidad. Un gran homenaje a los ambientalistas que ofrecieron sus vidas en la noble causa de la protección ambiental en un país violento e intolerante», escribió la senadora Piedad Córdoba en su cuenta en Twitter.
Asimismo, el embajador de este país en Argentina, Camilo Romero, manifestó su satisfacción por el beneplácito de los legisladores.
«Dilataron por años este acuerdo mientras nos hacían el país con más ambientalistas asesinados en el mundo. Lo sucedido muestra que hay un nuevo tiempo: el del mandato ciudadano por el cuidado de la vida, el ambiente y la humanidad», expresó el diplomático.
Anoche en plenaria, la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia aprobó con120 votos a favor y uno en contra, el Acuerdo de Escazú, que pasará a conciliación para su posterior sanción presidencial para convertirse en Ley de la República.
«Que se comiencen a materializar las acciones en el territorio y se disipen conflictos que ponen a las comunidades vulnerables en una posición bastante delicada», dijo la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible Susana Muamad.
Señaló́ que una vez sea sancionado por el jefe de Estado, se hará́ realidad en Colombia a través de cinco acciones a corto plazo.
Dichas acciones son: una política de manejo de información ambiental, estrategia de acompañamiento a defensores ambientales, ampliación de la participación ciudadana en las decisiones ambientales, apoyo a la creación y el fortalecimiento de las veedurías ciudadanas y un sistema de información sobre conflictividad socioambiental.
Colombia sigue entre los primeros países en el mundo con más asesinatos de líderes ambientalistas y, aunque pasó del primero al segundo lugar en la luctuosa lista, estos crímenes constituyen un asunto pendiente.
En 2021, asesinaron en esta nación a 33 defensores del medio ambiente, de los cuales 16 formaban parte de comunidades indígenas, señaló el más reciente informe de la organización no gubernamental (ONG) Global Witness.
De esas 33 muertes, 27 estuvieron relacionadas con la protección de la tierra y seis con la lucha contra la expansión de cultivos ilegales.
La ONG detalló que los ambientalistas mueren en general en un escenario marcado por ataques de gobiernos, empresas y otros actores no estatales y más de tres cuartas partes de los ataques registrados tuvieron lugar en América Latina.
Global Witness señaló que Colombia, que en 2020 sumó 65 asesinatos y estuvo durante dos períodos de manera consecutiva en el primer lugar de esta letal lista, en 2021 pasó al segundo puesto, detrás de México.
Aunque Colombia mostró una disminución, la ONG alerta que no significa que la situación haya mejorado porque «las cifras actuales siguen siendo impactantes».
La entidad advierte sobre los asesinatos de indígenas pese a ser los guardianes más efectivos de bosques y recursos naturales en el planeta.
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