En un discurso televisado, el mandatario libanés confirmó la aceptación de la fórmula final elaborada por el mediador estadounidense, Amos Hochstein, en la disputa marítima con Tel Aviv.
Aoun enfatizó que el texto responde a las demandas del país y preserva la adhesión a beneficiarse de su riqueza marítima, al tiempo que significó la importancia de la unidad en la posición nacional.
El jefe de Estado reafirmó que Líbano no entró en ningún tipo de normalización con Tel Aviv y deseó que el final de las negociaciones sea un comienzo prometedor para una recuperación económica.
Puntualizó que la la nación no cedió ningún kilómetro a Israel, «ya que obtuvimos todo el campo de Qana».
El gobernante resaltó la participación de la Resistencia como elemento de fortaleza en la posición libanesa en el proceso de la negociación, así como en la confrontación.
Durante su alocución, Aoun expresó la protección a los campos petrolíferos dentro de la zona económica exclusiva y explicó que el siguiente paso debería ser resolver la región en disputa entre Líbano y Siria mediante conversaciones fraternales.
El mandatario añadió que Líbano, con este triunfo, se convirtió en un país petrolero gracias a la voluntad y la firmeza de sus posturas y la solidaridad.
Indicó que la compañía francesa Total tendrá que «comenzar la exploración para compensar a Líbano por los años que han pasado sin extraer petróleo ni gas».
El anuncio libanés se produce un día después de que el gabinete israelí aprobara la fórmula del acuerdo de demarcación, lo que los medios sionistas calificaron del mayor error estratégico del primer ministro, Yair Lapid, en la historia.
A inicios de junio, la presencia de la plataforma greco-británica Energean Power al servicio de Israel en la frontera sur de Líbano avivó la disputa marítima entre ambas naciones.
Las reuniones indirectas comenzaron en octubre de 2020 bajo el auspicio de Naciones Unidas y con la mediación estadounidense y hasta mayo de 2021 se celebraron cinco rondas de negociación.
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