El Gobierno mantuvo su postura de solicitar asistencia militar extranjera e incluso visitó Puerto Príncipe una delegación de alto nivel de Estados Unidos, encabezada por el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, que se reunió con líderes políticos, sociales y del sector empresarial.
Nichols insistió en la necesidad de un acuerdo político inclusivo, aunque la oposición rechazó cohabitar con el actual primer ministro, Ariel Henry.
Las opiniones continúan divididas con respecto al despliegue de tropas extranjeras entre quienes señalan que se debe reforzar y capacitar a la Policía para enfrentar a las pandillas, y aquellos para los cuales una fuerza extranjera permitirá solucionar el problema de la inseguridad.
Mientras, las bandas continúan bloqueando la distribución de los combustibles y las pandillas condicionaron el acceso a recibir amnistía, participar en la formación de un nuevo Gobierno y que se retiren las órdenes de búsqueda emitidas contra sus miembros, de acuerdo con la Comisión de Desarme y Reintegración.
La falta de acceso a los hidrocarburos ha puesto en alarma a los hospitales y empresas potabilizadoras de agua que disminuyeron e incluso cerraron ante la escasez.
Por su parte, el cólera ya cobró 35 muertes oficiales, entre las confirmadas en hospitales, penitenciarías y comunitarias, mientras más de 500 personas tienen síntomas de la enfermedad, de acuerdo con el balance del Ministerio de Salud y Población.
Además, se notificó al menos un caso sospechoso en 16 comunas de los departamentos Oeste, Nippes, Norte, Centro y Artibonite, aunque la mayoría de los diagnosticados se concentran en la capital.
“El cólera llegó en un contexto de graves disturbios sociales y políticos, lo que complica los esfuerzos para brindar ayuda humanitaria y responder al brote”, dijo Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia advirtió que la enfermedad es casi una sentencia de muerte para los niños, en especial en Cité Soleil donde uno de cada cinco menores sufre desnutrición aguda grave.
Desde 2019 no se diagnosticaban casos de cólera en el país caribeño, después de un brote que surgió en 2010 y dejó al menos 10 mil fallecidos y más de 800 mil contagios.
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