Datos de esa institución revelaron que cada cuatro segundos muere una persona de hambre en el planeta, drama agravado por la pandemia, el cambio climático y la crisis internacional.
En relación con el acuerdo alimentario alcanzado en julio por Naciones Unidas con Rusia, Ucrania y Turquía para suministrar granos y fertilizantes a los mercados internacionales, la FAO recordó que vence en noviembre, lo cual genera preocupación y señales de alarma sobre el avance del hambre a nivel global.
Mediante ese pacto se estableció la obligación de la ONU de remover varias restricciones a las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes rusos hacia los mercados internacionales, además de otras pautas para la salida de productos agrícolas de Ucrania desde los puertos del mar Negro.
Sin embargo, Moscú denunció que el memorando todavía no funciona como se esperaba, en tanto la FAO insistió en la necesidad de renovarlo.
Las cadenas de abastecimiento no se pueden detener porque uno de los principales problemas es que los más pobres y vulnerables se quedarían sin alimentación, precisó el director adjunto de la División de Economía Agroalimentaria de la FAO, Marco Sánchez.
«No renovar esto puede provocar que en un año existan entre 13 y 20 millones más de personas con hambre», aseguró el experto.
Actualmente más de tres mil millones de personas de todo el mundo no pueden permitirse una alimentación sana y otros 828 millones se acuestan con hambre cada día.
Este domingo 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, y desde la FAO se aboga para que se refuerce la voluntad de trabajar juntos para que nadie se quede atrás, como consecuencia del impacto de la pandemia de la Covid-19 y los fenómenos meteorológicos extremos que perturban la producción de alimentos.
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