“Anunciamos en el presupuesto de 2023 otorgar permisos y licencias a las personas que están en la producción de aceites, cremas, lociones y jabones de marihuana”, declaró a la prensa el primer ministro de este país, Roosevelt Skerrit.
Reconocemos la cantidad de ciudadanos dominicanos que padecen cáncer y emplean el aceite de cannabis en busca de alivio, agregó el jefe del ejecutivo.
“Hay muchos testimonios de su funcionamiento, por lo que estamos en el proceso de implementar el mecanismo y la certificación de eso, lo cual también implicará proporcionar notificaciones para que los cultivadores puedan plantar y cultivar esta planta”, añadió Skerrit.
Dominica, según anuncios realizados con anterioridad este 2022, cuenta con el apoyo del gobierno canadiense para redactar la legislación necesaria con vista al tratamiento de la marihuana.
El primer ministro de esta nación caribeña aclaró sobre una serie de procesos por los que transitan y que los vecinos bien al norte del continente «a través de un proyecto nos están ayudando con eso».
Mencionó el comité nacional presidido por el Fiscal General, Levi Peter, que examina la legislación, así como «los diversos tratados que hemos firmado».
Varios países o territorios caribeños, entre los más notables Jamaica y Barbados, dan pasos hacia el establecimiento de industrias similares.
Estas experimentan un alza sin precedentes a nivel mundial, impulsadas esencialmente por cambios que despenalizan el consumo y regulan la producción de derivados de la planta con fines medicinales y, de manera más restrictiva, recreacionales, a pesar del daño que según expertos ocasiona este tipo de sustancia al organismo humano.
Más de 30 Estados legalizaron el uso terapéutico de extractos de marihuana y diferentes pronósticos coindicen en afirmar que al menos una decena más lo hará dentro de un quinquenio.
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