Su otro récord es que en este medio siglo del Cervantino nunca ha fallado en ninguno de sus festivales y es la única agrupación que lo ostenta.
Esta noche sus músicos y bailarines les entregarán lo máximo de su arte a la gente que los quiere, en un abrazo cultural con el cual pretenden un alegro, vistoso y colorido recorrido por las danzas que representan las culturas prehispánicas, hispánicas y poshispánicas hasta la actualidad.
Habrá coreografías olmecas, náhuatl, aztecas y de otras etnias, pasando por las ricas que destacaron en los procesos políticos de la independencia de la Nueva España, las guerras, la transformación y la Revolución mexicana de 1910 con sus corridos, charreadas, huapangos y ritos como la tradicional Danza del venado.
Los jóvenes que integran el meritorio Ballet Folklórico de México rendirán homenaje a la insigne Amalia Hernández a quien la cultura nacional le reconoce el alto legado cultural que dejó a sus compatriotas.
A la agrupación se le reconoce que en estas siete décadas ininterrumpidas de trabajo artístico de primera categoría y formación de generaciones, el Ballet Folklórico le ha sido muy fiel y ha sido capaz de atraer la atención de los diferentes públicos del mundo hacia la cultura y los creadores mexicanos.
La muestra de géneros que presentarán es amplio, como por ejemplo, sus versiones de la Fiesta en Tlacotalpan, danza y música jarocha con una fuerte influencia de la cultura española, en la cual los bailes están compuestos por movimientos zapateados, característicos del flamenco. También honrarán a Los Tarascos, pescadores que viven a las orillas del lago de Pátzcuaro en el Estado de Michoacán. En este ballet, Amalia Hernández buscó interpretar varias fases de la vida del hombre de esta comunidad en una secuencia que va del nacimiento a la muerte, simbolizada también por el ocaso del día.
Y por supuesto, la Danza del venado, la cual es la representación más emblemática del estado de Sonora considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Este baile forma parte del rito que se realiza en vísperas de las expediciones de caza y reproduce con asombrosa fidelidad los movimientos de la presa. Es uno de los más admirados por los mexicanos de todas las regiones.
Como siempre, Jalisco no puede faltar en ninguna fiesta en la que se desee destacar la mexicanidad que presenta el estado tapatío, la tierra de los charros, las chinas y el mariachi, símbolos de la identidad nacional y herencia del mestizaje.
Un lugar estelar tendrá al famosísimo Huapango de Moncayo, conocido así por el apellido d su autor José Pablo, y considerada el segundo himno nacional de México. Al construir esta pieza en la esencia del ballet, Amalia Hernández rindió homenaje a la vida, y desde entonces la agrupación no ha dejado de hacerlo también.
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