En un comunicado, dicho organismo criticó los llamados del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, el Gobierno de ese país y otros sectores al despliegue de fuerzas extranjeras.
Las elecciones presidenciales en Haití fueron pospuestas desde 2021 y el Parlamento no funciona desde 2020. El primer ministro Ariel Henry ejerce como jefe de Estado y no se dio paso a la sucesión presidencial desde el asesinato del mandatario Jovenel Moise en julio del año pasado, tal como está consagrado en la Constitución, señala el texto.
El Grupo constata que los planes para una intervención fueron rechazados por los principales partidos políticos y grupos de la sociedad civil, por lo que despiertan masivas protestas ciudadanas, añade.
Asimismo, insta a la comunidad internacional a reflexionar sobre las consecuencias de ese tipo de acciones en ese país.
Los reiterados golpes de Estado patrocinados desde el exterior y las invasiones militares profundizaron la precariedad de la soberanía y las instituciones de Haití. Las raíces profundas de la crisis se encuentran en décadas de injerencia y la permanencia de una sociedad brutalmente desigual que excluye a la mayoría de la población, asevera el Grupo.
Resulta contraproducente pensar que la crítica situación de seguridad que hoy enfrenta esa nación pueda resolverse mediante una nueva intervención, sin respuestas sociales de largo aliento, apunta.
Asimismo, alerta sobre la necesidad de promover el diálogo político, restablecer la producción de alimentos y combatir el blanqueo de dinero y el narcotráfico.
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