Durante un recorrido por zonas de Trípoli, Akkar, Bekka y Baalbek-Hermel, el titular del sector constató que la imposibilidad de acceder a fuentes hídricas limpias y su uso no confiable en la agricultura conduce a la infección por cólera.
Funcionarios de la institución sanitaria confirmaron la contaminación del agua en el área de Tabbaneh en el norte de Trípoli, luego de realizar los exámenes a las muestras de las fuentes públicas.
Al mismo tiempo, el director General de la Corporación de Agua de Beirut y Monte Líbano, Jean Gibran, reveló que muchos de los pozos de abastecimiento están sucios y representa un peligro para la salud en caso de ingestión, porque contiene gérmenes superiores a los niveles permisibles.
En este sentido, los resultados de las pruebas realizadas por el municipio de Ghobeiry en esta capital en muestras de los tanques distribuidos a los hogares revelaron la presencia de gérmenes causados por mezclar el preciado líquido con aguas residuales.
Ante este escenario, los directivos sanitarios llamaron a los libaneses a esterilizar los tanques, examinar las redes hidráulicas para saber cuáles están contaminadas y cerrarlas.
También recomendaron una serie de medidas de higiene como beber siempre agua potable, lavarse adecuadamente las manos, mantener un buen aseo en baños y cocina, limpiar las superficies donde se preparan alimentos y consumir los distintos productos bien cocidos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cólera es una infección bacteriana aguda que afecta el estómago y se transmite a través de las manos, el agua o el consumo de alimentos contaminados.
En sus primeros casos desde 1993, Líbano acumula 239 enfermos de cólera y 10 fallecidos, con presencia de la epidemia en 36 localidades pertenecientes a las regiones norteñas de Akkar, Minieh Dannieh y Trípoli; en el noreste de la Bekka; en el este de Baalbek; en el sur de Saida y en la gobernación de Monte Líbano.
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