La protesta estuvo motivada por la inacción del gobernador del estado sureño de Nilo Azul, tras la muerte de más de 155 personas en enfrentamientos interétnicos, durante los últimos días.
Los manifestantes exigen al gobierno central de Jartum la destitución del funcionario.
Por su parte, los líderes tribales también acusan al gobernador de respaldar el reclamo de los hausa para el establecimiento de un cacicazgo tribal en la región, un asunto que rechazan y describen como una “línea roja”.
El portavoz del ejército sudanés, Nabil Abdallah, aseguró que las fuerzas militares persiguen a los grupos que asaltaron el depósito de armas.
Mientras, los Comités de Resistencia llamaron a actuar con moderación y poner fin a la violencia intercomunitaria.
En respuesta al ataque, el comandante en jefe Abdel Fattah al-Burhan nombró al mayor general Rabie Abdallah, nuevo comandante de la Región Militar del Nilo Azul.
Además, el ejército envió refuerzos militares a la zona conflictiva en un intento por evitar un mayor deterioro de la situación de seguridad.
mem/adr