La cifra corresponde al Observatorio Contra el Contrabando (OCC), el cual calcula, además, que 64 mil 800 toneladas de mercadería pasan de un lado a otro del río Suchiate, solo de productos alimenticios que van a parar al mercado interno guatemalteco.
En promedio, de acuerdo con la fuente, operan 30 balsas a diario, lo cual equivale a unos tres mil 600 quintales, unas 180 toneladas, y en promedio se mueven 30.
El OCC indicó que analizó en campo la metodología empleada por los traficantes en el paso de la ciudad fronteriza Tecún Umán, departamento de San Marcos.
Son prácticamente los mismos empleados para el tráfico de migrantes que llegan desde Centroamérica y Sudamérica para proseguir hacia Estados Unidos, concluyó la investigación.
El estudio se hizo en septiembre último y contempló solo variedad de abarrotes como salsas, aderezos, boquitas, bebidas gaseosas, útiles y enseres de limpieza, papel higiénico y aceites.
Ese movimiento deja un enorme agujero fiscal, así como el desplazamiento del producto nacional, alertó el informe del OCC.
Además de las balsas, ahora utilizan una especie de canopy, mediante el cual trasiegan en canastas los productos de un punto a otro del río
Para los granos básicos, en particular el maíz, se emplean otras formas de tránsito por medio de pasos ciegos, aseguró Luis Mazariegos, coordinador del mencionado ente.
En ese caso, se trata de vehículos de mayor tonelaje (camiones y rastras), las cuales cruzan caminos de terracería, donde casi no hay controles y en horas nocturnas rumbo a mercados municipales de San Marcos, Quetzaltenango, Retalhuleu y Suchitepéquez hasta llegar a las centrales de mayoreo de la capital.
La escala de producción de México, el diferencial cambiario entre el peso y el quetzal y el 12 por ciento del impuesto al valor agregado que la canasta del país vecino no tiene, son suficientes incentivos para estimular el contrabando, alertó OCC.
Sobre todo, cuando se acerca la temporada de fin de año, uno de los disparadores de la demanda, especialmente de dulces, galletas, panes y licores.
«Lamentablemente, por el panorama de inflación, el contrabando será muy fuerte para fin de año», concluyó Mazariegos.
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