La emisora emitió una apreciación según la cual, las familias salvadoreñas están al borde del colapso económico, de acuerdo con datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc).
Esto es grave, según la economista de la Universidad Centroamericana (UCA), Saira Barrera, citada por la radio, quien dijo que la población asalariada vive ajustada y esto pone a muchos hogares en línea de emergencia alimentaria.
Mientras, para Laura Andrade, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA, la encuesta de evaluación del cierre de 2021 de esa institución identificó que la mayor carga económica para las familias se genera en los gastos en alimentación.
Por otro lado, agregó Barrera, la economía local no tiene vistos de mejora, ya que no hay una distribución de las riquezas.
Asimismo apuntó que las medidas económicas que el gobierno puso en marcha, no son una buena apuesta, ya que a largo plazo no buscan sacar a las personas de la situación precaria en la que se encuentran.
A eso se suma que este lunes un informe del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) predijo recortes en el presupuesto de 2023 en áreas de educación, agricultura y salud, en momentos en que aumenta la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria y la caída en indicadores de cobertura de bienes y servicios públicos.
Economistas del Icefi estiman que estos recortes se plasman en menos recursos, para hospitales como el Rosales y el Nacional Especializado de Niños «Benjamín Bloom», en la pensión para los adultos mayores y personas con discapacidad.
Llama la atención, según el Icefi, que este enfoque de austeridad se concentra en áreas clave del desarrollo del país y no así en el gasto superfluo, además preocupa el hecho de que aun la población no tenga conocimiento del contenido de la iniciativa (el presupuesto del año 2023), lo cual limita su derecho a conocer lo que se propone ejecutar con los recursos de impuestos.
Por otra parte, la situación de la economía local es bien presionante más cuando el país debe pagar cerca de 800 millones de dólares de la deuda pública en enero, lo que obligará a la población a apretarse más en sus gastos.
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