Para ello formaron cultivos con células de piel de ratones inmersos en una especie de gelatina elaborada especialmente, lo que propició la formación exitosa de folículos capilares in vitro.
El líder del equipo, Junji Fukuda, explicó que las llamadas células de dermis capilar desempeñan un papel central en la regulación del desarrollo de los folículos, así como en el crecimiento de vello, de ahí que sean “una de las fuentes más prometedoras en la medicina regenerativa del cabello», aseveró.
Al favorecer la reprogramación de las células a través de los componentes del gel, incluida la aplicación de impulsos eléctricos, se logró inducir la producción y crecimiento de folículos en un ciclo que duró cerca de un mes, periodo en el cual los folículos crecieron hasta tres milímetros.
Con este descubrimiento los científicos no prometen una solución inmediata a la pérdida de cabello, según publicó New Scientist.
Sin embargo, la especialista Kairbaan Hodibala-Dilke aseveró que la producción de folículos capilares en laboratorio podría servir como fundamento para que alguien en el futuro encuentre la cura a este problema capilar.
Los expertos anunciaron que prevén iniciar en 2023 los ensayos de este método en piel humana.
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