La joven dejó el presidio al día siguiente de que la Segunda Sala Penal Nacional de Apelaciones dejó sin efecto la prisión preventiva por 30 meses que le aplicó un juez de menor nivel.
La corte dispuso que se mantenga en libertad con diversas restricciones, como la de no salir de Lima y comparecer cada vez que la justicia lo requiera, mientras continúe siendo investigada.
Paredes estaba presa desde el 10 de agosto, cuando se entregó al Ministerio Público tras un allanamiento de la residencia presidencial realizado en su búsqueda, sin encontrarla.
La Fiscalía anunció una apelación contra la libertad de la investigada, a quien acusa de promover proyectos estatales de agua potable en pequeños pueblos de la región natal de su familia, Cajamarca, para beneficiar a determinadas empresas y obtener dinero a cambio, lo que ella niega.
El Ministerio Público sostiene que por ello sería parte de una organización delictiva encabezada por Castillo e integrada por su esposa, Lilia Paredes, y otros familiares y autoridades.
Tras la orden de libertad de Yenifer Paredes, el líder del Partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, comentó que se pudo dar inicialmente libertad condicional y “evitar la exposición, la humillación, la injusticia y la puesta en duda de la seriedad de la justicia”.
El abogado del presidente Castillo, Benji Espinoza, dijo que la prisión preventiva revocada era “abusiva, exagerada y desproporcionada” y la corte de apelaciones estableció que no hay peligro de que la investigada fugue u obstaculice las pesquisas, causales de la prisión preventiva.
También criticó el uso excesivo de la prisión preventiva que, opinó, solo debe aplicarse en casos excepcionales y no como una sanción adelantada.
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