Szijarto se refirió así a una reunión de ministros de Energía de la UE realizada esta jornada en Luxemburgo, donde se propusieron precios topados para el gas ruso, y reiteró que su país presentó objeciones en ese encuentro sobre varios puntos de un programa anticrisis.
Budapest se opuso a un límite de precios para la compra del gas ruso, a una compra colegiada de combustible, el uso conjunto de los almacenes de gas y a la develación de informaciones sobre contratos a largo plazo firmados con Moscú, indicó el canal de televisión M1.
Para Hungría, la seguridad energética es una cuestión prioritaria y por ello de ninguna forma vamos a aceptar una propuesta que la ponga en peligro, ni siquiera en lo más mínimo, aclaró el jefe de la diplomacia magiar y también titular de Comercio Exterior.
Durante el encuentro en Luxemburgo fue imposible para los titulares de Energía de los 27 llegar a un consenso sobre el tema más álgido: el establecimiento de un techo para los precios del gas ruso.
Al mismo tiempo, los ministros europeos coincidieron en la necesidad de reducir la demanda en un cinco por ciento en horas de mayor consumo y fijar un tope a los precios de la generación eléctrica que no depende del gas.
El consenso abarca, además, la fijación de una contribución solidaria para las petroleras y de un tope sugerido de 180 euros por megavatio para la generación renovable y nuclear.
Con la llamada reforma para una economía verde, la UE puso en práctica la suspensión del empleo de hidrocarburos en la producción energética y de centrales nucleares, sin que ello pudiera aún ser sustituido completamente por la energía renovable.
Medios de prensa locales consideran que tal situación incidió en un alza inicial de los precios de los combustibles en Europa que se agravó con el efecto bumerán de las sanciones económicas aplicadas a Rusia, después del 24 de febrero pasado.
En la mencionada fecha, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el inicio de una operación militar en Ucrania, para asistir al pedido de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk de proteger su población, así como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Moscú advirtió en su momento que se negará a vender petróleo o gas a los países sumados a la imposición de precios topados para esos energéticos rusos.
Hungría en todo momento se pronunció contra esa medida, mientras busca mantener activos los contratos a largo plazo para la adquisición de crudo y gas natural a Rusia.
mv/to