Durante una reunión con altos funcionarios efectuada en la tarde noche de este martes, el canciller no ofreció otros detalles, pero la pasada semana trascendió que entre los posibles sancionados se encuentran al menos siete entidades y tres funcionarios británicos.
Entre ellos están incluidas las cadenas de televisión Iran International y BBC Persian, medios acusados por fomentar la violencia durante las manifestaciones de las últimas semanas.
De igual forma, el jefe del Poder Judicial de Irán, Qolam Hosein Mohseni Eyei, denunció el apoyo de Estados Unidos, Israel y algunos Estados europeos, a los actos vandálicos ocurridos tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, el 16 de septiembre.
Eyei solicitó demandar a los implicados ante tribunales internacionales por apoyar los disturbios, por injerencia en los asuntos internos de otros países y patrocinar a los grupos terroristas contrarrevolucionarios con el objetivo de desestabilizar a la República Islámica.
Los embargos se aplicarán después de que Teherán prometiera responder a las acusaciones y medidas coercitivas impuestas por el ente europeo el 17 de octubre a 11 individuos y cuatro instituciones iraníes, por la supuesta represión de las protestas.
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