La autoridad bancaria no descartó nuevos incrementos pues estadísticas recientes confirman que tanto la inflación, como la subyacente que no incluye alimentos y combustibles, continúan muy alejadas del objetivo del dos por ciento. La general pasó del 8,1 por ciento al 6,9 por ciento en los últimos meses, pero la segunda «todavía no ha mostrado» claras señales de reducción con un 5,2 por ciento en septiembre, afirmó la entidad.
A través de un comunicado oficial, acotó que los efectos de las subidas en lo que va de 2022 «están empezando a ser evidentes en áreas de la economía susceptibles a los tipos de interés».
Por ejemplo, la actividad en el sector de la vivienda «se ha retraído rápidamente» mientras que el gasto de hogares y empresas se está reduciendo, agregó el BC.
Por otra parte, la información difundida proyecta que el crecimiento económico se paralice a finales de año y en la primera mitad de 2023, a medida que los efectos de los elevados tipos de interés se diseminan por toda la economía canadiense.
En ese contexto, el organismo financiero prevé que el Producto Interior Bruto crezca un 3,4 por ciento este año, pero se reduzca a menos del uno por ciento en 2023 y a un dos por ciento en 2024.
El anuncio de este miércoles supone la sexta alza consecutiva y forma parte de una agresiva política monetaria para contener los precios, que incrementó las tasas desde el 0,25 por ciento donde se encontraban a inicios de año.
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