Al dirigirse a la nación después de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional, Vucic afirmó haber alertado a las Fuerzas Armadas del país en relación con el agravamiento de la situación en esa región.
En la jornada de ayer, el líder del partido Lista serbia, Goran Rakic, anuncio que sus conciudadanos residentes en Kosovo y Metohija se opondrán a Pristina si los albaneses de Kosovo comienzan a apoderarse de sus propiedades. De acuerdo con el político, si la Policía y las fuerzas de seguridad de Kosovo comenzaran a confiscar sus propiedades, que son tanto las placas como los autos, los residentes serbios usaran todos los medios y resistirán de manera democrática y pacífica.
Recientemente, el primer ministro kosovar, Albin Kurti, expresó que el proceso de reemplazo de documentos y placas de registro serbios debería completarse antes del 31 de octubre, en contradicción de la disposición de los acuerdos con la Unión Europea.
La situación en Kosovo y Metohija se intensificó drásticamente el 31 de julio después de que la Policía de la entidad no reconocida cerrara el puesto de control en la línea administrativa con Serbia.
Esto se realizó con el objetivo de introducir tarjetas de inmigración para los serbios que viven en la región a partir del 1 de agosto y exigirles que vuelvan a registrar los automóviles.
En el discurso el gobernante serbio también informó que de nueve mil automóviles en Kosovo, hasta el momento solo tres personas cambiaron sus matrículas.
Tras esfuerzos internacionales, se logró arribar a la decisión que Pristina posponga la introducción de las tarjetas de migración y la prohibición de las matrículas serbias hasta el 1 de septiembre.
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