El 14 de junio, el Gobierno de la autoproclamada República de Kosovo prohibió la entrada en la región a todos los camiones con productos serbios o matrículas de ese país.
Pristina luego permitió la entrada de camiones con matrícula serbia desde el centro de Serbia que transportaban carga extranjera no serbia.
El 8 de julio, el Gabinete de ministros albanokosovar volvió a cambiar las restricciones y permitió la importación de fertilizantes artificiales, alimentos para animales, materias primas y productos semielaborados, maquinaria y ensamblajes y equipos de producción.
De acuerdo con el director del Centro Hospitalario Clínico de Kosovska-Mitrovica, Dr. Zlatan Elek, la situación de los serbios en el norte de Kosovo se vuelve insoportable debido a las acciones de Pristina.
Esto es terror en el siglo XXI, pues uno de los hospitales más importantes de la provincia autónoma de Kosovo y Metohija no está abastecido, está prohibida la entrega de medicamentos y suministros desde el centro de Serbia, añadió. Según él, lo mismo se aplica a otras instituciones sanitarias serbias en el centro y sur de la provincia.
Nuestras existencias llegan a su fin, hacemos un llamado a la comunidad mundial para que influya en la situación, estamos ante una catástrofe humanitaria, subrayó el Dr. Elek.
Señaló que el CBC sin medicamentos ya no podrá brindar atención a los ciudadanos en el territorio de Kosovo y Metohija, independientemente de su nacionalidad y religión.
Los serbios del norte de Kosovo y Metohija protestaron pacíficamente frente a los municipios de Zvecan y Leposavić durante dos meses por el intento de Pristina de instalar alcaldes albaneses, la arbitrariedad de las fuerzas especiales de la policía de Kosovo y las duras detenciones de ocho compatriotas.
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