El horario de verano en México estaba vigente desde 1996, pero bajo una presión muy grande pues, según los estudios, la mayoría de la población lo rechazaba.
Por conveniencia se contempla una excepción para que los municipios que tienen frontera con Estados Unidos, una franja de unos 20 kilómetros, conserven el de verano a fin de no afectar el intercambio comercial con el vecino del norte y mantenerse en su mismo huso.
El debate de la iniciativa planteada por el gobierno duró más de 15 horas en tres sesiones interminables, pero al final avalaron el decreto en lo general y en lo particular con 59 votos a favor, 29 en contra y cuatro abstenciones.
La reforma, que entrará en vigor el próximo 30 de este mes, establece el horario para todo el país, con base en los diferentes husos horarios reconocidos en el territorio nacional y conforme a los acuerdos tomados en la Conferencia Internacional de Meridianos en 1884, que determinó el meridiano cero.
En el dictamen se menciona que la alteración del reloj biológico se relaciona con múltiples trastornos biológicos psicoemocionales y sociales; por ejemplo, a nivel del sistema nervioso se puede presentar somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria.
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