Durante un acto público en la ciudad de Zanyan, el mandatario advirtió que los disturbios dan espacio a este tipo de actos terroristas como el ocurrido el miércoles en Shiraz (suroeste).
Asimismo, destacó que las revueltas perjudican la ciencia, los negocios, la seguridad y la paz, e insistió en que detrás de todos los actos vandálicos están las manos del enemigo.
En este sentido, enfatizó que la seguridad es la base y el requisito de la producción de todas las actividades científicas, económicas, culturales.
El ataque terrorista en Shiraz fue reivindicado por el grupo terrorista Daesh, y se produjo tras una ola de disturbios y actos vandálicos incitados y promovidos desde el extranjero tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
Amini, de 22 años, falleció el 16 de septiembre después de caer en coma tras su arresto en Teherán por la policía.
Pese a los intentos de los medios occidentales por atribuir su fallecimiento a causa de golpes en la cabeza, un informe de la Organización de Medicina Forense de Irán concluyó que falleció por una enfermedad subyacente tras ser operada de un tumor cerebral.
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