El conjunto carioca puso la ventaja cuando Gabriel Barbosa, conocido como Gabigol, aprovechó un pase cerca de la portería en el minuto 45+4´ para colocar el esférico dentro del arco, su sexto punto en esta edición del torneo.
El paranaense ya estaba en desventaja en ese momento, pues poco antes el árbitro sacó tarjeta roja al jugador Pedro Henrique por una falta sobre Airton Lucas que dejó con uno menos a los muchachos dirigidos por Luiz Felipe Scolari.
En ese primer tiempo el Flamengo sobresalió con un 71 por ciento de la posesión del balón, mientras sus rivales se limitaron a intentar defender con un 29 por ciento.
La segunda parte del duelo comenzó con el equipo vencedor presionando en busca de otro gol que les diera la tranquilidad de la victoria, pero sus adversarios evitaron un marcador más amplio pese a la inferioridad númerica.
Arturo Vidal, Everton y Victor Hugo entraron en la segunda mitad para reforzar al Flamengo, mientras el público, mayormente de hinchas de ese equipo, aplaudió a los salientes Thiago Maia, Giorgiano Arrascaeta y Gabigol.
Un tiro libre del Athletico Paranaense a punto de concluir el partido puso los nervios de punta a los flamenguistas, pero el arquero Santos capturó el balón.
Si bien se esperaba que el estadio Monumental Banco Pichincha estuviera a capacidad completa, con al menos 50 mil espectadores, fueron evidentes los espacios vacíos que deslucieron un tanto el espectáculo con lo mejor del fútbol continental.
Sin ningún equipo ecuatoriano en la cancha y con las entradas a más de 100 dólares, era difícil conseguir llenar el recinto de Guayaquil, una de las ciudades más violentas de Ecuador, cuyas autoridades desplegaron 10 mil efectivos policiales en las calles.
El Fla, como apodan al Flamengo sus fanáticos, llegó a Ecuador en busca del título perdido el año pasado ante el Palmeiras, pero su entrenador Dorival Júnior trabajó para superar ese momento y logró llevarlos de manera invicta al partido de este sábado.
Esta fue la quinta final en la historia de la Libertadores que tiene lugar entre conjuntos de Brasil y la tercera de manera consecutiva, lo cual ratifica el dominio de los clubes del gigante suramericano en la región.
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