«Vamos a disminuir la abstención, vamos a demostrar que el brasileño, la brasileña, quieren participar, quieren paz en el país, quieren tranquilidad en el país», afirmó a la prensa De Moraes al ejercer su derecho en un colegio electivo en la zona sur de Sao Paulo.
Instó a «terminar el día de hoy con una gran victoria, la victoria de la democracia, la Justicia Electoral, el pueblo brasileño».
Después de la votación, el ministro visitó el Centro Cultural de Sao Paulo y una universidad particular, también en la región, para acompañar pruebas de integridad de las urnas electrónicas.
Al igual que en víspera de la primera vuelta del 2 de octubre, el timonel del TSE hizo un discurso en la radio y la televisión nacional para invitar a los votantes brasileños a las urnas.
«La asistencia y el voto son los instrumentos más importantes de ciudadanía para la construcción de un país justo e igualitario. La asistencia y el voto repercutirán en el futuro de todos nosotros, de nuestros padres, hijos, familiares y amigos», declaró el juez.
Alertó sobre «la coacción, amenaza u ofrecimiento de beneficios para avergonzar su libertad de votar…Denuncie el acoso electoral y vote con tranquilidad, conciencia y libertad», remarcó.
Más de 156 millones de brasileños en todo el país y en el exterior están aptos para votar y elegir al nuevo presidente de la República. En 12 estados, los electores tendrán que designar también un gobernador.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, postulante del Partido de los Trabajadores, y el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse por el Partido Liberal, disputan el balotaje de este domingo.
Ninguno de los políticos logró en el primer pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación nacional para ser electo.
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