Según la edición dominical del tabloide Mail on Sunday, piratas informáticos al servicio de Rusia intervinieron el celular de Truss el verano pasado, cuando la entonces jefa de la diplomacia británica competía en las elecciones internas del partido para escoger al sustituto del dimitente primer ministro Boris Johnson.
El periódico agrega que los jáqueres tuvieron acceso a detalles de conversaciones con aliados importantes del Reino Unido, y a mensajes privados con su hombre de confianza en el gabinete de gobierno, Kwasi Kwarteng, pero que Johnson y el jefe del servicio civil, Simon Case, decidieron ocultar el problema de seguridad.
En respuesta al reporte del Mail, que cita fuentes anónimas, tanto los laboristas como los liberales demócratas señalaron que se trata de acusaciones muy graves y preocupantes, y exigieron al Ejecutivo del nuevo primer ministro Rishi Sunak que las investigue cuanto antes.
Solo espero que esto no se haya filtrado ahora para, por ejemplo, distraer la atención de otros problemas que están sucediendo, porque tendría el efecto contrario, y aumentaría la creencia de que el Gobierno no se toma los asuntos de seguridad nacional muy en serio, comentó la diputada laborista Yvette Cooper.
En sus declaraciones a la televisora Sky News, la legisladora aprovechó para criticar a Sunak por nombrar como ministra del Interior a Suella Bravermen, quien ejerció ese cargo durante el breve mandato de Truss, pero dimitió tras admitir que compartió información oficial sensible a través de su correo electrónico privado.
La persona que debería estar ahora asegurando al público que todo está bajo control no puede hacerlo porque todavía es incapaz de responder a los cuestionamientos sobre sus propias fallas de seguridad, arremetió Cooper.
Además de pedir que se investigue el reporte del Mail, la vocera de los liberales demócratas, Layla Moran, dijo que sería imperdonable si se descubre que la decisión de ocultar al público el jaqueo fue para proteger a Truss, quien a la postre reemplazó a Johnson el 6 de septiembre pasado, pero apenas estuvo 45 días en el cargo.
Interpelado por los medios británicos, un vocero gubernamental se rehusó a comentar sobre las medidas de seguridad informática que aplica cada ministro, pero recalcó que cuentan con sistemas potentes para protegerlos contra las amenazas cibernéticas.
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