Aunque en el catolicismo es el Día de los Fieles Difuntos, en el caso de México la conmemoración es diferente a esa liturgia y algunos entendidos consideran que, en realidad, la forma en que los mexicanos lo enfrentan no es exactamente un sincretismo religioso.
Estiman que lo preponderante en estas jornadas, pues se trata de casi una semana de celebraciones en las que cada día hay una motivación o procesión diferente para rendir pleitesía a numerosas deidades de la época prehispánica, son los rituales ancestrales que han llegado hasta nuestros días.
Otros piensan lo contrario y estiman que sí hay sincretismo e incluso que muchas de las ceremonias y rituales de la actualidad son herencia de los colonialistas españoles con añadiduras de las etnias originarias.
Sean o no ciertas esas versiones, lo real es que hoy, vísperas del Día de los Fieles Difuntos, los cementerios pasan a ser los protagonistas y ya desde hace una semana los familiares pagan a obreros para reparar tumbas, librar de hierbas y suciedad los panteones y acomodar ofrendas.
Por su parte, los familiares más cercanos, padres, hermanos, hijos, concubinos, se dedican ellos mismos a limpiar las osamentas, principalmente las calaveras que juegan un papel importante en el ceremonial.
Los familiares preparan el lugar, escogen donde van a colocar el cráneo el cual será el centro de la reunión familiar, las flores, y la mesa con las comidas que más le apetecían al occiso, así como el tequila, mezcal y otras bebidas.
Ya hoy lunes se ve el ajetreo de las personas mientras albañiles y marmoleros, junto a sepultureros, preparan el exterior de la tumba, lo cual se repite en todos los camposantos del país.
En la capital, con 16 alcaldías, hay algunas, como Coyoacán, que tienen hasta cinco o más cementerios, para una población de casi nueve millones de habitantes más otros cuatro o cinco de población flotante.
Hoy, mañana y pasado mañana, reinan en todos esos lugares sagrados la flor Cempasúchil usada desde tiempos inmemoriales en las ceremonias fúnebres en México, de allí que muchas personas las conozcan con el nombre de “flor de muertos”.
Se espera una gran afluencia de personas los días 1 y 2 por lo cual ya las autoridades de seguridad pública están tomando medidas para garantizar los ceremoniales con toda tranquilidad, orden y respeto.
mem/lma
