«Como presidente de la República y ciudadano, continuaré cumpliendo todos los mandamientos de nuestra Constitución’, afirmó el exmilitar en su primera alocución después de 46 horas de mutismo, tras la segunda vuelta de sufragio del 30 de octubre.
En su breve discurso de dos minutos defendió a los camioneros simpatizantes que bloquean carreteras nacionales, en protesta por el triunfo electoral de Lula y su sonado fracaso.
Las manifestaciones son «fruto de la indignación y del sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral», señaló el excapitán del Ejército, quien comentó que siempre fue «rotulado como antidemocrático, pero siempre jugué dentro de las cuatro líneas de la Constitución».
Después de la declaración de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, responsable en el Gobierno de la transición, adelantó que en base a la ley iniciarán ese proceso, pese al cierre de autopistas desde la madrugada del lunes.
Asociaciones policiales afirmaron este martes que el extendido mutismo de Bolsonaro sobre su derrota electiva dificultó la pacificación del país y contribuyó a estimular los bloqueos de camioneros.
La Federación Nacional de la Policía Federal de Carretera y sindicatos afines a esa fuerza defienden en un comunicado el respeto al resultado de la consulta que dio la victoria a Lula.
«El resultado de las elecciones de 2022 expresa la voluntad de la mayoría de la población y debe ser respetado», indican las asociaciones.
La Corte Suprema ordenó a la Policía abrir las carreteras federales bloqueadas.
En la primera ronda del 2 de octubre, Lula, aspirante al poder por el Partido de los Trabajadores, ganó con 48,43 por ciento de los votos válidos, mientras que el gobernante de tendencia ultraderechista, quien codiciaba reelegirse por el Partido Liberal, tuvo 43,20 por ciento.
Como ninguno de los políticos logró en ese pleito la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de válidos (excluidos blancos y nulos), como establece la legislación para ser electo, disputaron el balotaje.
De manera muy cerrada, el hijo de la clase obrera volvió a triunfar en la segunda ronda con un 50,90 por ciento frente al 49,10 del exoficial.
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