Esa enfermedad no sólo pone en riesgo la salud, sino la vida misma de 1,2 millones de niños que viven en las áreas donde se reportaron los casos.
La comunidad internacional debe responder de manera urgente a esta amenaza sumamente grave para la salud y la vida, sobre todo para los pequeños y otras personas vulnerables, precisó esa agencia de Naciones Unidas.
De acuerdo con el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas la violencia, la inseguridad y las dificultades económicas han dejado a muchas de las familias haitianas más pobres sin acceso a agua potable, jabón para lavarse las manos y otros servicios básicos de saneamiento, lo que aumenta el riesgo de contraer el cólera.
Los hospitales, en tanto, operan limitadamente como resultado de la escasez de combustible y la inseguridad.
En cuanto a la nutrición infantil, el Comité refirió que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia cifra en 100 mil a los menores de cinco años con desnutrición aguda grave.
“La situación es alarmante ya que los niños desnutridos corren un riesgo aún mayor por el brote de cólera que se está desarrollando”, alertaron los expertos.
La OPS advirtió que la cantidad real de casos es probablemente mucho más elevada, dado que la violencia de pandillas limita la posibilidad de llegar a las áreas afectadas.
Además, la falta de acceso al agua limpia y al saneamiento, la inseguridad alimentaria generalizada y la atención médica inadecuada crean las condiciones ideales para que se produzca un brote de cólera peligroso, indicó.
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