El también decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá precisó que ante las previsiones positivas de los organismos internacionales incluso por encima de los cálculos locales, es latente la incertidumbre en el mercado laboral.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, por ejemplo, estima en siete por ciento la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del país istmeño, mientras que el Banco Mundial prevé un crecimiento de 6,2 puntos porcentuales.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por su parte, mantiene sus previsiones en 5,0 por ciento, pero para Gordón el 2022 concluiría generando más empleo precarios, que no es lo que le conviene a la nación.
Estadísticas del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral señalan que de septiembre de 2020 a abril de 2022 la población total ocupada creció en 13 por ciento y la desocupación bajó de 18,5 a 9,9 por ciento.
Sin embargo, el docente universitario explicó al diario La Estrella de Panamá que el desempleo baja porque sube el empleo precario, pero no se está generando ni se genera el empleo formal, en el cual una persona esté en una plantilla, paga impuestos, seguro educativo y seguridad social.
Gordón insistió en que si bien es cierto que Panamá logra alto crecimiento económico en relación con otros países, es con una generación de empleo precaria, y tampoco se visualiza una mejora en la calidad de vida a mediano y largo plazo.
Al respecto sugirió que el Estado se concentre en disminuir la informalidad y aumentar el empleo formal, cuya falta provoca que la crisis del seguro social se profundice.
“No hay que alegrarse por el crecimiento económico, sino porque suba el empleo formal”, sentenció el experto y agregó que la actual reanimación es impulsada por el comercio internacional y las empresas ligadas al Canal que crecen, pero sin la capacidad para generar más plazas de trabajo.
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