Al inaugurar una conferencia internacional sobre el negocio y letalidad de ese fenómeno, organizada en la cancillería, Ebrard dijo que, en la relación con Washington, entre los principales factores que han provocado fricciones está la seguridad, en particular por la acción de agencias como la de antinarcóticos (DEA).
Refirió que México quiere encauzar un diálogo con el Departamento de Estado que permita establecer un entendimiento, regularlo y, finalmente, fijar las metas comunes y corresponsables entre ambos.
«Lo que hicimos ahora en Washington es aprobar un plan de acción común para este año y hemos puesto sobre la mesa el control de tráfico de armas hacia nuestro país. No se puede reducir la violencia con el volumen que tenemos en ese trasiego de factor de muerte», indicó.
A los vecinos les preocupan esencialmente los precursores químicos que pasan por nuestro país y el fentanilo, a nosotros también, pero queremos un esfuerzo proporcional para reducir ese flujo de armas a las manos de todos los grupos delincuenciales en México que provoca una violencia, acotó.
Dijo que en la fronteriza Tijuana se contabiliza la mayor cantidad de armas de origen norteamericano, vendidas y trasladadas desde Estados Unidos, mientras que en otros estados como Yucatán el trasiego es menor, así como en las serranías del norte; salvo allí el resto de todo el país padece una pandemia de armas con variada intensidad.
Denunció que los condados estadounidenses que venden la mayor cantidad de armas incautadas en México son Hartford, Maricopa (Arizona) y Harris (Texas).
Llega todo tipo de armas, muy dañinas como la Barrett que han usado para derribar helicópteros, es importante para la delincuencia organizada y la pueden comprar hasta por internet.
Hay otras muchas fabricadas en otros países o armadas en Estados Unidos y ya hay todo un mercado vinculado al narcotráfico que está creciendo y se venden con diferentes tipos de cacha y adornos que tienen el escudo de México y diversos tipos de inscripciones.
Eso está incluido, dijo, en la demanda contra toda la industria armamentista, específicamente contra Colt, porque las que circulan en México están en su catálogo, pero saben que están vendiendo armas dirigidas específicamente al mercado del narco en México para matar a personas.
Se trata de un argumento de México en el que reiteramos que es negligencia de esos mercaderes que saben las venden a un mercado para cometer homicidios o feminicidios, por eso los demandamos, pero un juez de allá no dicta nada porque el término o el concepto no aplica en la disposición legal norteamericana.
¿Qué nos contestó el juez de distrito?: “Bueno, pues a lo mejor tienen razón, pero aquí se aplica la ley norteamericana que le da inmunidad a la industria de armamentos”.
jcm/lma