El informe de ese organismo internacional sobre el Estado Mundial de la Alimentación y la Agricultura en 2022 (SOFA), asegura también que la automatización en las primeras etapas de la cadena de suministro de alimentos puede apoyar el aumento de la productividad sostenible e inclusiva en la agricultura y los sistemas alimentarios en general.
El texto aborda asimismo las posibles repercusiones de este cambio tecnológico en términos de desplazamiento de puestos de trabajo y desempleo.
Igualmente plantea que la automatización de la agricultura, que incluye desde el uso de tractores hasta la implementación de inteligencia artificial agrícola, puede aumentar la productividad y la resiliencia, mejorar la calidad del producto y la eficiencia en el uso de los recursos.
También es capaz-agrega- de reducir el trabajo humano y la escasez de mano de obra, mejorar la sustentabilidad ambiental y facilitar la adaptación y mitigación del cambio climático.
El SOFA correspondiente a 2022 analiza 27 casos de estudio sobre usos de tecnología con distintos estados de avance e identifica las diferentes barreras que pueden impedir su aplicación, sobre todo por parte de los pequeños productores.
A partir de este análisis la publicación sugiere políticas para garantizar que la automatización agrícola sea inclusiva y contribuya a lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.
Sin embargo, el reporte examina que la adopción de nuevas tecnologías, cuyo acceso tiende a ser limitado aún, también puede profundizar las desigualdades, especialmente si sigue siendo inaccesible para los pequeños productores y otros grupos marginados, como los jóvenes y las mujeres.
El documento trata la preocupación generalizada por las posibles repercusiones negativas del cambio tecnológico que ahorra mano de obra en términos de desplazamiento de puestos de trabajo y desempleo.
Aunque concluye que tales temores son exagerados, reconoce que la automatización de la agricultura puede conducir al desempleo en lugares donde la mano de obra rural es abundante y los salarios son bajos.
En el prólogo del SOFA 2022 el director general de la FAO, QU Dongyu, aseveró que esta organización está convencida de que sin el progreso tecnológico y el aumento de la productividad no es posible sacar a cientos de millones de personas de la pobreza, el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
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