La enfermedad contagiosa trastornó gravemente la vida en todo el mundo, especialmente en India, donde 530 mil 500 personas murieron por esta causa y miles de niños están en una situación precaria en cuanto a salud, educación, protección social y bienestar psicosocial, reflejó el portal Scroll.
Una encuesta realizada entre junio y agosto a tres mil 825 niños de dos mil 230 familias que perdieron a uno o los dos padres en 18 distritos de cinco estados del país descubrió que esos infantes presentaban importantes índices de hambre, altas tasas de abandono escolar y eran más propensos a incorporarse a la población activa.
El estudio realizado en Andhra Pradesh, Jharkhand, Odisha, Tamil Nadu y Telangana por la Fundación Niños de la India halló que el 25 por ciento de los pequeños encuestados recibe menos de tres comidas al día desde el fallecimiento de los padres.
Entre tanto, el cinco por ciento de ellos abandonó la escuela y otros también lo habrían hecho si no fuera por las disposiciones e intervenciones adecuadas de los voluntarios.
Igualmente, el 63 por ciento de los chicos declaró que su tiempo de juego se redujo drásticamente desde la muerte de sus padres.
Algunos niños que tuvieron que trasladarse a nuevos lugares tuvieron dificultades para hacer amigos, lo cual afectó su bienestar emocional.
La mayoría de los pequeños que trabajan fuera de casa proceden de familias por debajo del umbral de la pobreza mientras otros se vieron obligados a emigrar a las ciudades para laborar.
Por otro lado, desde el estallido de la pandemia, varios informes del gobierno y los medios de comunicación señalan un aumento de los casos de matrimonio infantil.
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