La agencia local Fars, que citó una fuente de inteligencia, informó que los involucrados estaban relacionados con el grupo Muyahidín Jalq (MKO), señalado como terrorista por el Gobierno persa.
Los individuos arrestados planeaban realizar operaciones en las provincias de Juzestán (suroeste), Isfahán (centro) y Fars (sur).
Según confesiones de algunos encartados, las bandas pretendían asesinar a personalidades y ciudadanos árabes bajo bandera falsa y crear disturbios similares a los ocurridos en la ciudad suroriental de Zahedan, en la provincia de Sistán y Baluchistán.
De acuerdo con el reporte, la fuente denunció que “los equipos terroristas tenían respaldo y eran guiados por un país europeo”, y tenían como objetivo reclutar y formar redes entre los manifestantes de los recientes disturbios, para atacar centros gubernamentales, de seguridad y policiales, destruir propiedades públicas e intentar matar a ciudadanos.
Desde hace más de 40 días, algunas ciudades de Irán son escenario de disturbios y actos de vandalismo, de los cuales autoridades persas responsabilizan a Estados Unidos, Israel y aliados europeos.
La víspera, el presidente Seyed Ebrahim Raisi denunció que todo eso responde a un complots de enemigos para fomentar la inseguridad en el país, los cuales fracasaron en su intento de desestabilizar a esta nación.
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