La investigación publicada en Global Change Biology determinó que de continuar los proyectos actuales de conservación y de reintroducir mamíferos que alguna vez fueron expulsados del continente —como lobos, castores y linces— potencialmente podría aumentar la diversidad más allá de los niveles vistos hace ocho mil años en la región.
El doctor Jack Hatfield, del Centro Leverhulme para la Biodiversidad del Antropoceno de la Universidad de York, destacó en un comunicado que, aunque el estudio no analiza las ganancias y pérdidas en el número de animales dentro de las especies, ofrece una visión esperanzadora para el futuro.
“La gran mayoría de los mamíferos de Europa todavía están aquí y si se cumplen las promesas de dar más tierra a la naturaleza, los niveles de biodiversidad podrían aumentar más allá de los niveles vistos por nuestros antepasados”, resaltó.
Añadió que muchos estudios han mostrado grandes disminuciones en algunas poblaciones, por lo que es sorprendente lo bien que la naturaleza puede adaptarse a los cambios antropogénicos a escala regional.
El éxito de las acciones de conservación, dijo, como los programas de reintroducción, como castores y bisontes, que están volviendo a muchos países europeos, junto con el movimiento de especies no autóctonas por el continente, también ha servido para mantener los niveles de biodiversidad, puntualizó.
El profesor Chris Thomas, director del Centro y coautor del estudio, agregó que “si bien no es posible devolver el entorno natural a la forma en que era hace ocho mil años, no todos los cambios son malos y nuestro estudio destaca la posibilidad de un futuro positivo para nuestra relación con los mamíferos de Europa».
Los expertos advirtieron que si bien su estudio pinta un panorama esperanzador para los mamíferos de Europa, lo mismo puede no ser cierto en otras partes del mundo donde se produce una rápida destrucción del hábitat.
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