Un grupo de expertos, entre ellos el ex vicetitular de esa cartera, Carlos Abadía, al analizar el proyecto Agenda País 2019-2024, que impulsa la Cciap, precisaron que en el istmo las dos instituciones que actualmente prestan servicios públicos son el Ministerio de Salud (Minsa) y la Caja de Seguro Social (CSS).
La primera está organizada por regiones sanitarias y la segunda es una organización paralela de gran complejidad., indicaron.
Al respecto, Abadía enfatizó en las deficiencias estructurales incluyendo la ausencia de una política o estrategia de Atención Primaria de Salud, con la cual, a su juicio, se pasaría de una atención espontánea a una controlada y personalizada.
También explicó que este tipo de beneficio se obtiene con sectorización, médico de cabecera y equipo de Salud.
De esta manera, agregó, desaparecerían las filas en la madrugada, el médico tendrá control y conocimiento de su paciente y entonces podrá practicar una medicina preventiva.
Para el galeno, se podría crear así una relación armónica entre el médico de cabecera y el especialista, y un desahogo de los cuartos de urgencia y de las hospitalizaciones.
Otro de los panelistas, Julio Osorio, médico especialista de la CSS, abogó por una coordinación efectiva Minsa-CSS al tiempo que refirió diagnósticos dela mesa de diálogo por la salud que evidencian un sistema deteriorado, mal enfocado, segmentado, y deshumanizado.
La Cciap citó estadísticas de la la Organización Mundial de la Salud, que aseguran que el panameño invierte en salud privado 30.5 por ciento de sus ingresos y en seguro privado de salud el 6.8 por ciento (equivalente al 37.3 por ciento), mientras que el Estado asume el 62.7 por ciento del gasto total nacional.
En 2015, según esos datos, el Minsa proveía servicios al 47 por ciento de la población en virtud de acuerdos entre ambas instituciones para atender a asegurados en áreas sin instalaciones de la CSS, pero la población afiliada a esta institución de seguridad social alcanzó ese año 84.4 por ciento.
Para diversas organizaciones sociales la necesidad de transformar el sistema de salud y el acceso a medicamentos que beneficie a la mayoría de la población, fue eje de protestas callejeras que paralizaron al país en julio último, pero aún sin soluciones efectivas por parte del Gobierno.
jha/ga