La instalación es una oportunidad para visibilizar el compromiso del país con la mitigación y adaptación al calentamiento global, dijo desde la capital chilena la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.
Una de las iniciativas más importantes reflejadas en ese espacio es la apuesta por desarrollar el llamado hidrógeno verde como fuente energética, considerado la principal vía para eliminar o reducir al mínimo el uso del carbón y los combustibles fósiles para el año 2050.
Estudios desarrollados por la Universidad Autónoma de Chile aseguran que aquí existe un potencial inmenso de recursos renovables, como la irradiación solar, el viento, las corrientes de agua, la geotermia, las mareas de sus extensas costas y la biomasa.
Tal condición le permite emprender la producción del hidrógeno verde, como se le llama al gas originado por la descomposición de la molécula del agua por medio de la electrólisis, utilizando para ello exclusivamente recursos renovables.
A diferencia de lo que ocurre con la energía eólica o solar, este hidrógeno se puede almacenar y transportar de un lugar a otro para su uso en la industria, agricultura, transporte o generación de electricidad.
Otro factor importante es que no emite carbono ni otros contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera.
Como dijo la ministra Urrejola, ningún país por sí solo puede resolver la crisis climática, pero entre todos se pueden crear alternativas para enfrentar la triple amenaza del calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
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