Uno de los coordinadores de su campaña, el senador Randolfe Rodrigues, afirmó que sugirió que el gobernante platicara además con el timonel del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes.
También, de acuerdo con Rodrigues, después de pasar por Brasilia, el exdirigente obrero debe viajar a Egipto, donde fue invitado a participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-27).
Durante su estancia en esta capital, el jefe de Estado electo tendrá despachos con el gabinete de transición de gobierno que coordina su vicepresidente, el exgobernador Gerardo Alckmin, quien tiene su cuartel en el Centro Cultural Banco do Brasil.
Tal espacio es destinado a albergar el equipo que preparará las primeras medidas a ser adoptadas por el nuevo gobierno de Lula, quien derrotó en urnas el 30 de octubre al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
La víspera, Alckmin firmó la ordenanza con los primeros 16 nombres y son 12 representantes de los partidos que apoyaron la elección de la fórmula liderada por el exsindicalista y cuatro coordinadores.
El vice quedó al frente de la coordinación general, y la diputada federal y presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, asumió el enlace político.
La futura primera dama, Janja da Silva, coordinará la ceremonia de inauguración, que tendrá lugar el 1 de enero, mientras que el exministro Aloísio Mercadante regularizará las áreas técnicas.
Según Alckmin, el gabinete tendrá 31 grupos técnicos, cada uno con cuatro integrantes.
Precisó que esos nombramientos no significan necesariamente que el equipo de transición será el mismo del futuro ministerio de Lula y adelantó que otros nombres serán divulgados en próximos días.
El equipo de transición puede tener hasta 50 integrantes que ocuparan cargos comisionados en el Gobierno federal.
Además, pueden participar especialistas y voluntarios, que no serán remunerados por la administración pública.
El gabinete tiene acceso a toda la información sobre el Ejecutivo, incluyendo aquellas consideradas confidenciales.
Además, el vicepresidente electo refirió que, hasta este martes, el nuevo gobierno aún no decidió la propuesta que presentaran al Congreso Nacional para mantener Auxilio Brasil, programa de ayuda a familias necesitadas, en 600 reales (117 dólares) el año que viene. La idea, detalló, es buscar el equilibrio.
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