El primer movimiento ocurrió a las 23:24 (hora local) con epicentro en la comuna de Lebu, de la región del Biobío, y una magnitud de 6,2 en la escala de Richter, que incluso fue perceptible en esta capital.
A partir de allí ocurrieron varias réplicas, algunas sólo captadas por los sismógrafos, las cuales llevaron a vecinos a trasladarse esta mañana a lugares altos, a pesar de que las autoridades descartaron cualquier posibilidad de un tsunami.
La delegada presidencial del Biobío, Daniela Desdner, convocó a un comité de emergencia para monitorear la situación y pidió a las personas mantener la calma.
Hasta el momento no se tiene ninguna noticia de daños humanos o estructurales, más allá de algunos cortes de electricidad en Lebu y la comuna de Coronel, donde ya se trabaja para normalizar la situación, dijo la funcionaria.
El alcalde de Lebu, Cristián Peña, precisó que el primer sismo de 6,2 ocurrió muy cerca de la superficie, a 15 kilómetros de profundidad, y por eso se sintió bastante fuerte, pero sin las condiciones para un tsunami y por eso no es necesario evacuar a los habitantes.
Por la estructura geológica de su territorio, Chile es un país donde ocurren muchos temblores de tierra, pero la mayoría no son sensibles para la población.
El Servicio Sismológico Nacional, ubicado en la Universidad de Chile, reportó que en las primeras horas de este domingo ocurrieron 15 movimientos telúricos en todo el país, de ellos 13 con tres o menos grados de intensidad, totalmente imperceptibles para la gente.
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