De acuerdo con el canal local Al Manar, Amani mencionó que su país ofreció construir plantas generadoras de electricidad y estaciones, así como combustibles; sin embargo, frente a estos esfuerzos en todas las etapas la presencia externa obstaculizó la ayuda.
En este sentido, la oferta iraní de petróleo de hace tres meses con el fin de activar las plantas existentes espera por el anuncio de una aprobación libanesa, luego de enviar una delegación técnica a Teherán en septiembre último.
Ante este panorama, el secretario general adjunto de Hizbulah, Naim Qassem, denunció la prohibición a Líbano de recibir una donación de 600 mil barriles de combustible iraní, cuyo valor aproximado es de 350 millones de dólares.
En su cuenta de Twitter, el representante de la Resistencia islámica indicó: «¡Por lo tanto, se le impidió al Líbano que tuviera corriente eléctrica de cinco a seis horas al día durante varios meses!»
A mediados de septiembre pasado, Teherán aseguró que sus barcos están listos para llevar petróleo a suelo libanés en un apoyo consistente en 120 mil barriles de crudo por cinco meses con el propósito de aliviar la crisis energética en la nación levantina.
Durante este tiempo, el embajador Amani intercambió con el primer ministro designado, Najib Miqati, y el titular de Energía y Agua, Walid Fayyad, sobre los temas de la ayuda iraní para mejorar el abasto eléctrico al país.
Según lo acordado, la asistencia de Irán a Líbano en el campo del combustible incluiría reparación de redes y construcción de centrales eléctricas.
El sector de la Energía constituye uno de los más afectados por el colapso económico y financiero en Líbano con apenas dos horas de suministro diario por la empresa estatal.
Frente a esta problemática, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, culpó a Estados Unidos de obstruir la llegada del gas de Egipto y la electricidad de Jordania a través de Siria mediante la aplicación de la unilateral y extraterritorial Ley César, que no permite el comercio con Damasco por temor a sanciones.
Durante un discurso el viernes con motivo del “Día de los Mártires”, Nasrallah, subrayó que el bloqueo de Washington aún continúa en la nación al obstaculizar el apoyo de países como Rusia e Irán, y “esto en sí mismo es una maldición y una plaga».
Cifras de entidades especializadas de Naciones Unidas manifestaron que la crisis energética amenaza en el presente la sostenibilidad de servicios básicos de agua y salud en todo el territorio nacional, lo que pone en peligro la vida de miles de familias en Líbano.
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