Vísperas de intervenir en la Cumbre de las 20 economías más grandes del mundo, que se inicia mañana en Bali, Indonesia, Guterres responsabilizó a esas naciones de la oportunidad que pueda tener la humanidad de vivir en un planeta saludable.
También instó al G20 a adoptar un paquete de estímulo al desarrollo sostenible, que alivie a los países pobres y les permita la reestructuración de su deuda.
Así se expresó el secretario general de las Naciones Unidas sobre el papel de ese grupo de cara al cambio climático y el apoyo al desarrollo de las naciones menos desarrolladas y agobiadas por su alto nivel de endeudamiento.
Guterres sostuvo que la reunión llega en el momento más precario que el mundo haya atravesado en generaciones, con el cambio climático y el costo de la vida exprimiendo a la gente, sobre todo a la más pobre, y con divisiones geopolíticas que desencaden nuevos conflictos y complica los ya existentes.
“El G20 es la zona cero para salvar las divisiones y encontrar respuestas a estas crisis y más”, aseveró.
Al abordar la crisis climática aludió a su propuesta de un Pacto de Solidaridad Climática en el cual las economías desarrolladas y las instituciones financieras internacionales harían esfuerzos adicionales para limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 grados centígrados.
También brindarían ayuda financiera y técnica a las economías emergentes para acelerar su transición a las energías renovables.
Guterres aseguró que ese Pacto puede salvar vidas, medios de subsistencia y al planeta, ayudaría a acabar con la dependencia de los combustibles fósiles al tiempo que proporcionaría energía universal, asequible y sostenible para todos”, declaró.
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