“Sin una acción coordinada, la crisis de asequibilidad de 2022 puede convertirse en la escasez mundial de víveres del próximo año”, remarcó el titular al intervenir en una sesión de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), celebrada en esta isla de Indonesia.
De igual forma, consideró esenciales la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que facilita la navegación segura de las exportaciones de cereales, alimentos y fertilizantes procedentes de Ucrania, así como el acuerdo para el suministro de fertilizantes rusos a los mercados globales.
Ante los miembros de las economías más grandes del mundo, el secretario general reiteró su llamado a un estímulo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para proporcionar a los países del Sur Global una liquidez adecuada.
Todo ello, a través de una reasignación más amplia de derechos especiales de giro, financiación concesional para países de ingresos medios en dificultades y mecanismos efectivos de alivio y reestructuración de la deuda, dijo.
La víspera, Guterres recordó que las naciones del G20 generan el 80 por ciento de las emisiones globales, por lo que de su acción, o inacción, dependerá el desarrollo sostenible.
La reunión del Grupo, que sesionará hasta mañana aquí, llega en el momento más precario que el mundo haya atravesado en generaciones, con el cambio climático y el costo de la vida exprimiendo a la gente, sobre todo a la más pobre, y con divisiones geopolíticas que desencadenan nuevos conflictos y complica los existentes, aseveró el titular.
En un encuentro con la prensa previo a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático 2022 (COP27), prevista hasta el 18 de noviembre en Egipto, Guterres precisó que el trabajo pendiente en esta materia es gigantesco, mientras los compromisos colectivos de los gobiernos del Grupo de los 20 llegan demasiado tarde y son pocos.
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