En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario trató a fondo el tema de la reforma electoral, a la que se oponen de manera muy férrea los sectores políticos y socioeconómicos de las clases media y alta de México, a las que llamó de forma genérica oligarquía corrupta.
Ese es el fondo de todo este asunto, de las marchas y las alianzas, y como es una oligarquía racista y clasista tiene el control de los medios de información y la manipulan, denunció.
Por eso participan en la defensa del INE los de la derecha vinculados a fraudes electorales confesos, como el expresidente Vicente Fox (2000-2006), que presume de su participación en el fraude de 2006 para arrebatarle a él la presidencia ganada y dársela a Felipe Calderón (2006-2012).
También mencionó la corrupción desatada por Enrique Peña Nieto con el mismo propósito en 2012 cuando se entregó a la empresa brasileña Odebrecht para comprar votos, hacer el fraude e impedir también el triunfo de la coalición.
Ante ese cuadro y la corrupción en el INE había que ser perseverante y no rendirse, dijo y agregó «que hay pruebas documentales de todo eso, pero las ocultan para mantener a ese mismo INE corrupto, y en el fondo todo es contra la Cuarta Transformación». Explicó que para reformar el sistema electoral, incluyendo al INE y al Tribunal Electoral, se requieren las dos terceras partes de los 500 diputados-334- y, por eso, hay que contrarrestar la propaganda de ellos de que un presidente no puede tener el control del congreso.
Pero no es así, explicó, pues si no hay mayoría calificada es muy difícil para cualquier Gobierno realizar sus programas y cumplir las promesas con el pueblo pues la oposición las va a truncar.
Es el caso de las reformas constitucionales, y en México el ejemplo es la electoral para acabar con la corrupción en el Poder Judicial y eliminar por siempre el fraude, expresó.
Pero vamos a seguir insistiendo en la reforma electoral aunque sea por otras vías más limitadas, como las leyes secundarias donde no se requiere mayoría calificada, sino simple, y esa sí las tiene nuestro partido Morena, añadió..
Sobre el tema ilustró a los mexicanos que no se dejen llevar por argumentos expresados por el ideólogo del conservadurismo mexicano Enrique Krauze de que dividan el voto a favor de un candidato a presidente, pero no por sus legisladores.
López Obrador dijo que se debe votar por tres cosas: el candidato a presidente, el partido que lo representa, y su programa político para conseguir la mayoría calificada y poder aplicarlo.
Puso como ejemplo el caso del Perú, donde no dejan gobernar al presidente Pedro Castillo por no tener la mayoría calificada, y no le permiten hacer nada, como su deseo de darle a Bolivia una salida al mar, y lo someten por cualquier ocurrencia a un juicio político.
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