En su página web la oficina señala que, como primer paso en la dirección de la reparación de los daños del colonialismo, aquellas metrópolis deben de dejar de obstaculizar el retorno a sus países de origen de elementos tangibles testigos de la evolución humana.
Recordó que en la sexta cumbre de la Unión Europea-Unión Africana, los Jefes de Estado y Gobierno de los Estados miembros se comprometieron a fomentar el compromiso mutuo para la restitución de los bienes culturales y a promover el acceso y la protección del patrimonio cultural de las excolonias.
La ARC señala que, al margen de la reunión, el primer ministro de Bélgica entregó a su par de la República Democrática del Congo el inventario de unos 84 mil objetos de origen congoleño presentes actualmente en el Museo Real de África Central de Tervuren.
Rememora que el 21 de febrero de este año, con motivo de la devolución de dos «Bronces de Benin», el presidente de Nigeria Muhammadu Buhari hizo un llamamiento a las naciones, instituciones y entidades, tanto privadas como públicas, para que devolvieran los artefactos nigerianos en su posesión.
Añade que el 30 de junio de 2022 la Cámara de Representantes de Bélgica aprobó la Ley de 3 de julio de 2022 que reconoce el carácter alienable de los bienes vinculados al pasado colonial del Estado belga y establece un marco jurídico para su restitución y devolución, abriendo así el camino a la restitución definitiva de todos los tesoros saqueados durante el período colonial.
Colonialism Reparation (nombre en inglés por el que se conoce) pidió la repatriación a países saqueados, incluido México, de los restos y la restitución definitiva de los tesoros robados por colonizadores de Reino Unido, Francia, Alemania, España, Portugal, Países Bajos, Bélgica, Italia, y otros, como primer paso en la dirección de la reparación de los daños del colonialismo.
Colonialism Reparation pertenece al movimiento para la condena, la reconciliación, las disculpas y la indemnización del colonialismo, y promueve, apoya y difunde actividades no violentas, además de que los países colonizadores condenan su propio pasado colonial y lo reconozcan como crimen contra la humanidad.
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