En el tradicional sermón del viernes, Ali Damoush rechazó los intentos estadounidenses para atacar y eliminar a la Resistencia islámica libanesa y distanciar a la generación joven de su cultura.
Consideró que la política de máxima presión y sanciones contra los libaneses fracasó y no condujo al resultado de acabar con la fuerza de Hizbulah.
El representante de la Resistencia subrayó que uno de los elementos para frustrar el nuevo proyecto estadounidense de lograr la estabilidad en el país es elegir al próximo presidente de la República.
Sobre este tema, Ali Damoush insistió que tal candidato debe dar prioridad a la unidad, preservar la paz civil, proteger el país, adherirse a los elementos de poder que posee y poner el interés nacional por encima de cualquier ambición externa.
En este sentido, el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo destacó que el camino obligado para alcanzar este mérito es el consenso y el entendimiento entre los bloques parlamentarios, para evitar la prolongación del vacío de poder.
Ninguna fuerza podrá imponer su voluntad a los demás ni lograr entregar a la República un jefe de Estado que desafíe a gran parte de los libaneses y levante la consigna de la confrontación, enfatizó.
Líbano transita por su tercera semana de vacancia constitucional, bajo un gobierno interino y el fracaso de seis sesiones presidenciales en el Parlamento.
El venidero jueves, el legislativo retomará la elección presidencial en busca de lograr el consenso requerido y nombrar al nuevo representante de la comunidad cristiana maronita en ocupar el cargo de jefe de Estado.
Michel Aoun concluyó el pasado 31 de octubre su mandato de seis años y Líbano sortea un cuarto vacío presidencial después de la independencia en 1943.
Precisamente, Aoun, el mandatario más longevo en el momento de asumir sus funciones con 81 años, requirió 46 sesiones legislativas para completar el quórum en 2016 y poner fin a 888 días de vacío presidencial.
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