La alta representante para Asuntos de Desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Izumi Nakamitsu, felicitó a Irlanda, los Estados participantes y la sociedad civil por el logro, que “marca un hito en los esfuerzos colectivos para proteger mejor a las personas de los conflictos armados”, dijo.
La diplomática japonesa recordó que en todas las regiones los habitantes han soportado peligros diarios y sufrimientos inaceptables por el uso de armas explosivas.
“El daño y la destrucción de las comunidades, las vidas y los medios de subsistencia pueden repercutir durante años, desde la pérdida del acceso a la educación, los servicios de salud y el agua, hasta las profundas cicatrices físicas y psicológicas”, comentó.
La alta representante insistió en que las partes en conflicto y los Estados deben evitar el uso de artefactos explosivos en áreas pobladas y trabajar para eliminar el conflicto de las zonas urbanas por completo.
“Tengo la esperanza de que esta Declaración Política proporcione un nuevo impulso para buscar la paz para todas las personas, sin importar el lugar donde vivan”, concluyó Nakamitsu.
A partir del 2019, luego de años de esfuerzos de promoción, comenzó un proceso de consulta para una declaración política internacional que refleja el daño humanitario derivado del uso de armas explosivas en áreas pobladas, liderado por Irlanda.
Según informaciones de la ONU, en promedio, el 90 por ciento de los muertos y heridos por estos artefactos utilizados en zonas con residentes son civiles.
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