Según la televisora CNN Brasil, la invitación fue cursada para el miércoles, a propósito de un encuentro de líderes de los 14 partidos de la base del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.
El medio indica que la cita es otra señal del nuevo Ejecutivo al Parlamento para asegurar la aprobación de la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) de la Transición.
La PEC es una alternativa para garantizar el pago de Ayuda Brasil, programa para familias necesitadas que volverá a ser llamado Bolsa Familia, con el valor de 600 reales (unos 117 dólares), con el adicional de 150 (cerca de 29 dólares) por hijo de hasta seis años.
El ofrecimiento prevé sacar otros gastos del techo de gastos y no solo del beneficio social.
La asistencia del vicepresidente electo Geraldo Alckmin a un pasado encuentro dio un empoderamiento más al consejo político, afirmó a la televisora el líder de oposición Wolney Queiroz, quien integra la junta.
De acuerdo con CNN, en la tertulia del pasado jueves, según informes, los partidos pidieron participar más activamente en la organización de la toma de posesión, el 1 de enero de 2023, y anunciaron que indicarán nombres.
Las organizaciones políticas demandaron incluir designaciones en la lista de invitados y tener voz en el formato de la ceremonia para el cambio de la banda presidencial.
En la segunda vuelta de sufragio del 30 de octubre, Lula, otrora candidato del Partido de los Trabajadores, derrotó a Bolsonaro, quien aspiraba a reelegirse por el Partido Liberal.
Desde el fracaso en urnas, el exmilitar adoptó la reclusión y el silencio.
Hay un factor médico que justifica esta decisión: tiene una infección en la pierna, según informó el vicepresidente Hamilton Mourão.
Algunos adeptos aseguran que el retiro del excapitán del Ejército resulta un proceso de asimilación del descalabro electivo.
Otros, más cercanos a Bolsonaro, certifican que el silencio es estratégico: articula la contestación judicial del resultado del referendo presidencial.
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