La exposición, disponible desde este lunes y hasta el día 30 en la Asamblea Legislativa y hasta el 10 de diciembre venidero en la Plaza de la Democracia buscan posicionar en Costa Rica la campaña Las que ya no están, a propósito del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre de cada año.
La iniciativa persigue prevenir el femicidio, la más atroz expresión de violencia de género contra las mujeres.
Datos de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito reflejan que a nivel global, alrededor de 81 mil mujeres y niñas fueron asesinadas en 2020, unas 47 mil de ellas -el 58 por ciento- a manos de sus parejas o familiares, lo cual equivale a una mujer o niña asesinada cada 11 minutos por personas que conocen.
Cifras de la Fiscalía Adjunta de Género, el Subproceso de Estadísticas del Poder Judicial y de la Sub-Comisión Interinstitucional de Prevención del Femicidio indican que de 2007 al pasado día 16 se registraron en Costa Rica 417 femicidios.
Además, prosigue, entre el 2016 y 2022, 200 personas quedaron huérfanas de madre, 147 de ellas eran menores de edad al momento en que sus mamás fueron asesinadas.
Al inaugurar la exposición con las siluetas a tamaño real, los participantes resaltaron las medidas ejecutadas para prevenir las violencias contra las mujeres y promover acciones de transformación cultural.
Recordaron que en abril pasado, los diputados aprobaron el Proyecto de ley de reparación integral para personas sobrevivientes de femicidio, mientras la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres, del 25 de mayo de 2007, ha sido reformada en ocho ocasiones, dos de las más significativas tuvieron lugar en mayo y agosto de 2021.
La diputada del gobernante Partido Progreso Social Democrático Luz Mary Alpízar aseguró que Costa Rica ha ratificado varios convenios internacionales y generado legislación robusta para garantizar el derecho de todas las personas a una vida libre de violencia.
Sin embargo, estimó que las mujeres y las niñas perdidas a manos del machismo y la violencia de género son dolorosa prueba de que seguimos en deuda como sociedad.
De su lado, el representante del PNUD en Costa Rica, José Vicente Troya, afirmó que todos tenemos la responsabilidad de transformar la cultura machista arraigada en esta sociedad que discrimina a las mujeres. No podemos seguir siendo ajenos a este flagelo, debemos convertirnos en activistas por los derechos de las mujeres en su diversidad, señaló.
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